En línea con la Ley de Política Pública Energética de Puerto Rico, que establece una transición completa a energías renovables para 2050, la isla ha triplicado su capacidad de generación distribuida en los últimos dos años. La inversión en energía solar y baterías continúa en aumento, con proyectos como la planta de energía virtual de Sunrun liderando el camino hacia un futuro más sostenible.